lunes, enero 29, 2007

Sabor a hiel (oda a la mujer moderna)



Andaluza tenía que ser. Carmen Bousada, a sus sesenta y siete añazos, reconoce orgullosa haberse sometido a un tratamiento de fertilidad bajo una insidiosa mentira, ya que mantenía engañados a los médicos que la trataban al restarse diez años menos en los formularios de ingreso de la clínica Neoyorquina a la que acudió para saciar su hambre de maternidad. La provecta mamá, bullendo de alegría, asegura además que busca un novio que le ayude en la cría de sus dos bebés, Pau y Cristian. Lo hace, faltaría más, previo pago del libelo inglés News of the World, toda una mina informativa para morbosos abyectos como un servidor, en una entrevista firmada bajo el sugestivo titular la madre más vieja del mundo.

Nuestros medios de comunicación están muy escandalizados con el tema. Todo contertuliano, columnista o simple defensor de los valores éticos y morales de la sociedad española que se precie, está obligado a apelar a la demagogia más facilona y gratuita para asegurar que la pobre Carmen es una egoísta y, porque no, una buena zorra. Porque cuando sus hijos se metan las primeras rayitas por la nariz y prostituyan sus posaderas en algún sarao ibicenco, ella estará agonizando tras un andador. Porque en vez de acudir a la siempre conmovedora adopción ha decidido envilecer su útero. Por eso y más, hay que vilipendiar a Carmen Bousada: irresponsable, frívola, geriatric mom. Ahora bien, de lo que seguro no son conscientes todos los alarmistas embaucadores que pretenden lapidar mediáticamente a la señora, es que estamos ante la figura más emblemática de lo que representa la mujer del siglo XXI. Antes, la señora del siglo XIX sumergía sus aflicciones en noveluchas baratas de quiosco. Leía y releía como el esbelto príncipe azul liberaba de la rutina y letanía de amarguras a la apesadumbrada ama de casa. Engullía subliteratura como una yonki del romanticismo de hojaldre. La moda de la adicción al perecedero placer de la lectura de estos bodrios se dilató hasta mitad del XX, haciéndole la cama a póstumas figuras retro pulp como Corín Tellado. Aquí, realmente, es donde encuentra el germen de, por ejemplo, el feminismo inconsolable y la visión satírica e hiperbólica de las sonrisas y lágrimas vaginales lloradas por el Almodóvar más afortunado (Mujeres al borde…, Átame, Hable con ella – en el caso de estas últimas, era un hombre quien fantaseaba con su mujer ideal, de ahí la agilidad socarrona del manchego –). Pero la mujer del siglo XXI, insisto, ha avanzado. Porque a ellas se les enciende el chichi con tíos como el doctor House, pero son mujeres realistas; al contrario que sus tatarabuelas, no mantienen viva la llama de la ilusión. Ya han asumido que no vendrá ningún Richard Gere que las saque de putas. ¡Maldita sea, son hoolingans de Ana Rosa Quintana! Y por su despiadada visión de la vida, por su apego a una sociedad que fomenta y da voz a la figura de la tía de la calle (¿me entiendes?), sabe la mujer actual, la choni, que más vale óvulo fecundado que ciento volando.

Desde aquí me desmarco para dar mi apoyo incondicional y diletante a Carmen. De paso, quiero también ofrecerme para dar placer y centipondios de amor a una hembra valiente y honrada – u honrá – que a punto de entrar en la etapa septuagenaria de su vida renuncia y reniega de la tiranía menopáusica. Con un par. Yo te quiero, Carmen, y reconozco el valor trasgresor y generacional de tus actos. A ti, mujer, van dedicadas estas líneas. Cachonda.

sábado, enero 27, 2007

José Ramón con Corazón

En ocasiones, los que rebuscamos detenidamente entre la mierda para cribar todo el material susceptible de fermentar de un modo hipnóticamente distinto, freak, acabamos aburguesándonos en nuestra tarea espeológica; nos dejamos llevar y acatamos todas las normas que interiormente nos autoimponemos de forma espartan, para hacer de lo que algún día fue un ejercicio de transgresión cultural todo un detritus vegetativo. Dicho de otro modo, nos olvidamos de porqué intentábamos evadirnos de un establishment cultural monocorde al buscar en el enfrentamiento entre Sara Montiel y Marujita Díaz un efecto estimulante. Creemos que ya hemos encontrado el maná en la verborrea laica de un fenómeno mediático surgido de las entrañas de lo que Coto Matamoros denomina - en un ejercicio de arrepentimiento maniqueo - telesangre. Y estamos muy equivocados. Porque, sin despreciar una buena batalla de polígrafos, o incluso recibir con aplausos a nuevos tahúres del camp como Fede Losantos o el recién llegado Risto Mejide, hay que pedir más, siempre más. Y eso, bostas humanas mías, ya no nos lo puede dar la vanguardia de la mal llamada telebasura, porque al fin y al cabo, reconozcámoslo, se ha estancado de tal modo que su forma y fondo parece incluso light para los tiempos que corren.

Con estas cartas, uno sólo puede ver dos salidas hacia la luz: hacerse de derechas bajo el ambiguo lema de librepensador, que hoy día es casi lo más progre que se puede hacer; o seguir practicándole la autopsia al buen gusto en pos de 'un mundo mejor'.
Aunque la primera opción me hace cosquillitas en el páncreas, estaba claro que elegiría, entusiasta y abierto a todo, la segunda. Y cosas del hinternet con hache no intercalda, he dado con un nuevo mesías.

Hola hamigo, yo te hago felis con toneladas de hermosura y simpatía.

Se llama Jose Ramón, y es la estrella del canal gaditado Costa De Luz. Este blog ha perdido muchos lectores andaluces desde que su autor afirmara que la tierra de Lorca era un nido de analfabetos haraganes y comedores de pescaíto frito, por lo que es poco probable que algún habitante de la Bahía de Cádiz llegue a leer estas líneas; pero, por si las moscas, anuncio a todos los congéneres estuferos residentes allí que pueden sintonizar a Joserra en el Canal 41 de sus televisores. Simplemente imprescindible. Palabra de librepensador, oigan.



El administrador del foro oficial del programa, explicaba de esta manera los contenidos del mismo: «Comenzamos con noticias sobre los famosos. Después tenemos "Las embarazadas". También los cumpleaños, de la gente famosa y de sus conocidos y los seguidores que le escribimos. Para mí, el apartado estrella es sin duda alguna "Los record Guinness"... cómo me gustaría que durase más este apartado.... se me hace tan corto. Casi al final vienen los saludos o referencias a sus conocidos y las anécdotas de la gente y las cosas que se encuentra por la calle. Para concluir, se leen los correos electrónicos dirigidos a Jose Ramón con corazón.»
Sólo saber que hay un tío capaz de fabricar un producto televisivo con el relato de las cosas que se encuentra por la calle y el resumen de las enfermedades mentales que llevan a una panda de degenerados a llenarse la boca con plástico y pajitas, debería ser motivo de orgullo patrio. De una vez por todas, mugres lectores, olvídense de Toni Genital y el extinto Tamarismo. En las teles locales está el futuro. Créanme.

En Youtube hay un noble recolector de vídeos sobre el personaje a servicio de la causa. Se llama Juan Tonight, y pinchando aquí accederás a toda su obra.


Y, como no, un show patrocinado por Jubilao: HAZAÑAS DE JOSÉ RAMÓN EN ZAPPINTERNET, EL SHOW DEFINITIVO.

- Hija puta, Carmen, que ese retarded está calentándose las nalgas para posarlas en nuestra silla.
- Si es que ni mis tetas, ni el hermano borracho de la Pantoja, ni los coitos multirraciales entre gitanos y pianistas de Parada pueden con ese arte suyo.
- Tienes razón, debemos reconocer nuestra humillante derrota.


Sobran las palabras para hablar su agilidad verbal, su glamour, su porte y esbelta figura; el medio periodístico no ha conocido nada siquiera parecido a ese asombroso sentido del espectáculo que derrocha cada viernes a las nueve y media.
Pero preparad vuestros estómagos, porque ahora viene el acto más epatante, apoteósico y pertinaz de un showman despiadado capaz de hacer cualquier cosa por entretener a sus legiones de seguidores. Porque... ¿acaso pensabais, ilusos, que La Estufa podía quedarse con los brazos cruzados ante la posibilidad de mandarle un correo a José Ramón? Aquí, el inmortal obsequio de Jorgito Foreman al mundo.



Que fuerte. Que fuerte. Que-súper-fuerte. Tío.
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