No todo en la vida van a ser bananas
Resulta que unos científicos han tenido la ocurrencia de demostrar al mundo que el ser humano es imbécil o al menos no tan moderno, tecnológico y desarrollado como se pensaba. Para ello han pedido ayuda a unos memoriosos chimpancés capaces de aprenderse el orden de los números arábigos del uno al nueve que, enfrentados a doce humanos adultos con título universitario, familia y facturas que pagar, consiguieron darles una paliza simia al retener con mayor precisión el orden en el que progresivamente iban apareciendo una serie de figuras proyectadas en la pantallita de un ordenador. La noticia reproducida hoy por
Hasta ahora vivíamos en una sociedad civilizada que bebía cañas en los bares, votaba al PSOE, entregaba Goyas a Icíar Bollaín, bebía los vientos por Penélope, estaba suscrita a EL PAÍS y se sacaba el carné de conducir a la tercera, con sus defectos, sus pequeños lastres, sus latin kings y ñetas y solitarios, sus grupos de extrema derecha, sus brotes de drogadicción y delincuencia, de políticos corruptos o intrépidos concursantes de reality shows que no se conforman con salir en uno o dos programas presentados por Jordi González sino que desean ser absolutos protagonistas de todos cuantos esté dispuesto a estrenar telecinco, pero desde la publicación de esta noticia no podremos volver a mirarnos al espejo sin imaginar antes a un burlesco primate sacándonos la lengua y dedicándonos su más humillante repertorio de muecas de desprecio reflejado en el cristal. La cosa es así de grave o más.
Según parece, el mono más espabilado del experimento se llama Ayumu. Cuando las figuras fueron mostradas por aproximadamente siete décimas de segundo, Ayumu y los humanos pudieron hacer la prueba correctamente durante el 80% del tiempo, pero cuando se mantuvieron en pantalla durante apenas cuatro décimas o dos décimas de segundo, el chimpancé ganó. El más breve de esos tiempos es insuficiente para dar un vistazo total y permitir que el ojo humano pueda registrar la información en su totalidad, y sin embargo en esa prueba Ayumu consiguió un 80% de éxito, mientras que los humanos cayeron al 40%. «Es asombroso lo que ese chimpancé puede hacer», dijo Elizabeth Lonsdorf, directora del Centro Lester E. Fisher para el estudio y
Conservábamos, ilusos de nosotros, la esperanza de que el ser humano fuera una especie superior, porque el ser humano salía a la calle, se chupaba siete horas de oficina, recogía a los niños del cole, ponía los cuernos a su mujer, le compraba un regalito a su mujer, veía Gran Hermano y, al terminar el día, leía cuatro páginas más del último premio Planeta, seguramente escrito por algún señor apellidado Gómez o Jiménez o Martrínez, claro, el mismo ser humano que veía en la tele una noticia que le llamaba la atención y cual ave de rapiña acudía raudo al ordenador para comunicárselo al resto de sus congéneres a través de un blog. «Qué avanzados somos», pensábamos, «qué orgullosos estarían Adán y Eva de nosotros si no estuvieran muertos o algo peor», nos decíamos. ¿Orgullosos Adán y Eva? Yo creo que si levantan la cabeza nos escupen en la boca. Vivimos atosigados por placeres absurdos como el Google, el adulterio o Motorola, cuando en la acera o la jaula de enfrente hay todo un universo del que deberíamos aprender; de hecho, no se me ocurre una forma de vida más respetuosa con el génesis bíblico que la de una familia de chimpancés.
Una vez más la ciencia nos deja en evidencia delante de nosotros mismos —qué mala es la ciencia— haciendo que tomemos conciencia de lo ingenua de nuestra condición: durante milenios hemos estado tan ocupados mirándonos al ombligo que no se nos había ocurrido pensar que en la selva y en los zoos vivían un montón de monos cuya felicidad superaba por goleada a la nuestra y que con bochornoso recochineo eran capaces de dar dedazos en una pantallita con mayor rapidez, precisión y soltura que el común que los mortales graduados en multiópticas, al tiempo que se rascaban e intercambiaban cómicos graznidos con otros monos, sin dejar de dar saltos entre lianas, comer cacahuetes y hacer el amor con monas, y que eran mucho más listos y peligrosos de lo que Charlton Heston pudo llegar nunca a imaginar…
Malditos.
fotos de monos, JUA-JUA-JUA-JUA
JUA JUA JUA JUA JUA JUA JUA JUA JUA
JUA JUA JUA JUA JUA JUA JUA JUA JUA
JUA JUA JUA JUA JUA JUA JUA JUA JUA
JUA JUA JUA JUA JUA JUA JUA JUA JUA
JUA JUA JUA JUA JUA JUA JUA JUA JUA
qué bueno tío...
Sabíamos que ibas a escribir sobre esta circunstancia cuando hemos leído y visto la noticia durante el día.
También nos ha gustado mucho el final con el vocativo maldiciendo.
Te mandamos nuestra bendición y el calendario navideño contrarembolso.
Saludos cordiales y esperamos deseosos tu nuevo artículo, hijo, sobretodo ahora que nos han puesto el internet en la casa parroquial donde nos juntamos todos.
¿Y tú te crees que tienes estilo, realmente lo crees?
Llámales homínidos a los monos... ¡ESO es tener ESTILO!
CÓMETE MI LEFA GGGAAAAAAUUUGGGG
Papá, ¿por qué me abandonaste?
Mamá te espera con las zapatillas puestas y un montón de fotos amarillas fumando desconsolada en la mesa de la cocina.
Papá, papá...
UUHU AAAAHH AH
¿cuánto quiere?
lo traigo fino
vamoh al párkin, al párkin
vamoh
¿cuánto le quiere? ¿pa cuántos?
¿cuántos soi?
Mira 6dedos, a mín non me custa nada chamar a uns portugheses...
Ese mono Monolo, el de Bertín Osborne del programa de los niños, dónd está que le meto una hostia.
Lo suyo es intrusismo con cursivas, mierda.
Mierda ya.
GÜEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE
EEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE
EEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE
EEEEEEEEEEEEEEEEEEOOOOOOOOOOOOOOOO!!
UUHU AAAAHH AH AAAAAAHHHHHHH
Es rotundamente mentira que me prostituya a cambio de droga y plátanos.
Quien lo repita recibirá de parte de mis abogados una querella por lo criminal.
Criminales.
¿Pero en eshta peli los monoss no se hossstian ni son nazis ni se disparan con metralletass ni toman farla ni se caen del skate nio hasen grafitiss con carass de monoss en las paredes ni viven en barna?
Puessh vaya mierda de peli.
xD
Pushe un xD, ja. Vaya mierda.
No tens vergonya mequetrefe, no tens vergonya.
Tu i tots els quals són com tu deshonráis a la pàtria.
Fill de puta, feixista.
¿Cómo? ¿Qué hay mono para cenar? ¿Y nadie me había avisado?
No sabes poner tildes, aprende a poner tildes, que no tienes ni puta idea de poner tildes.
Hijo de puta.
UUHU AAAAHH AH AAAAAAHHHHHHH AAHHHHHHH AAHHHHHHHH
jua jua jua jua jua jua jua
Qué artículo más gracioso, todavía me estoy riendo.
jua jua jua jua jua jua jua
Me hago pil en las braguitas..
Braguitasrojigualdas, bragitasROjigualdAAAAS...