La Estufa awards: INLAND EMPIRE

Saludos, bostas humanas, y bienvenidos a la celebración de La Estufa Awards (año I), donde premiaremos a la mejor película del año con un aplauso acompañado de una reseña crítica que —no lo duden— bien podría acabar con su carrera comercial.

Mi nombre es Señor Barriga, una suerte de Pepito Grillo mostrenco que se gana el pan ejerciendo de guardián de la conciencia de ese vil personaje al que conocéis como 6dedosgordosdelpie, pero al que en este post —por razones de copyright y falsa modestia— procederemos a llamar Cosquillitas o sencillamente Berto Zárate, nombre con el que en el transcurso de su vida cotidiana acostumbra a firmar facturas y contratos, siempre minutos antes de ser despedido por afanar grapadoras, bolsas con el símbolo del dólar o cajas llenas de clips.

El motivo por el que Zárate ha delegado en mí la responsabilidad de estos prestigiosos premios no es otro que el de sus extravagantes ocupaciones: en estos momentos se halla ensimismado viendo tostar un trozo de leña en un horno de marca Teka (él asegura que es un besugo y que está delicioso, a lo que suele añadir unos desagradables chupeteos de dedos que evitaré reproducir de forma gráfica aquí y ahora). El jurado que ha decidido nombrar como ganadora a la película que hoy homenajeamos está compuesto por Berto Zárate y su dedo pulgar, al que él llama Max en referencia a la película Max, mi amor, con la que se siente muy identificado. Para llegar a un veredicto definitivo, el jurado hubo de encerrarse en una habitación incomunicada durante seis largos días en los que Zárate aseguró haber aprendido mucho de su colega Max—por lo que hemos podido saber, el pulgar le enseñó a cocinar besugo al horno y a besar con lengua— y estar muy orgulloso de la decisión que habían tomado. También anunció su propósito de escribir conjuntamente con su nuevo amigo un libro de citas célebres. La primera de este catálogo de frases emblemáticas sería «ay, ay, ay, la polisía», popularizada por el Hombre Abeja de Los Simpson, personaje inspirado en El Chapulín Colorao, sensación de la televisión bizarra infantil de México. Aunque ésa —creemos— es otra historia.

A continuación, pasamos a anunciarles el ganador de los premios Estufa a la mejor película:

INLAND EMPIRE (David Lynch)


[[Enlace]]

Clap, clap, clap (eso han sido los aplausos).

Haciendo memoria, todavía puedo recordar al célebre autor de este blog saliendo de las multisalas en las que había contemplado INLAND EMPIRE: iba ataviado con un abrigo de bisón femenino y numerosas joyas falsas; a la pregunta de la taquillera sobre su opinión acerca de la película, respondió con las siguientes palabras: «no sé si lo que acabo de ver es una puta mierda o una maravilla». Tras esto, Zárate se enclaustró en su apartamento para reflexionar sobre lo que acababa de ver, llegando pues a la conclusión de que INLAND EMPIRE era, en realidad, las dos cosas a la vez.

Fue en esas mismas fechas cuando publicaría en un medio de comunicación clandestino la (breve) crítica cinematográfica con la que daremos fin a esta primera edición de los premios Estufa:

"Hoy he visto en unos cines de Santiago de Compostela el último experimento de mi admirado David Lynch. La película está rodada en digital y dura tres horas. De vez en cuando salen unos conejos que dicen cosas subtituladas. Es muy aburrida. No se la recomiendo a nadie. Me pareció una obra maestra. Les dejo que se pasa el besugo. STOP. Cinco estrellitas."