Esto de los pederastas es un cachondeo. Uno no puede ni tomarse tranquilamente una caña sin que le asalte un concienzudo ciudadano de raza gitana —de esos que llaman irónicamente “integrados”— mendigando firmas a favor del endurecimiento de penas para los señores malos que abusan de los niños, espectáculo rayano en la más esperpéntica apología de la cadena perpetua que el ser humano, en sus más de dos mil años de leyes, códigos y democracias ha podido contemplar.
Dejando a parte lo sorprendente de este interés tan repentino del pueblo gitano por el asunto de los pederastas, consecuencia sin duda de una empatía gregaria y descomunal por el caso de Mari Luz y familia, lo que más llama la atención de este circo es lo obsceno de las formas. Si uno de repente ha tomado conciencia cívica sobre un asunto cualquiera y quiere mejorar el mundo en la medida que sea, lo suyo sería que montara un partido político, se afiliara a un sindicato o escribiera una colérica carta al director que nadie leería: eso de ir por plazas abduciendo al vulgo con demagogias y sentimentalismos peliculeros ofrece una imagen más bien patética, chusca, del civismo y la razón ética y política de la España más negra y sus muy dignas intenciones en relación al código penal y los enfermitos de los niños. Al final lo que se consigue es ser instrumentalizado por las anarrosas para arañar audiencia con al escaparate de miserias, y por los obispos y sus tentáculos mediáticos para erosionar la credibilidad gestora del gobierno en materia jurídica. O sea, vamos, ser el pinpampum de los medios y robar protagonismo al monstruo de Amstetten, una aberración muchísimo más interesante y morbosa, dónde va a parar. Ser entrevistado por Jordi González nunca, ¿me oyen?, nunca les reportará ningún tipo de credibilidad que vaya más allá del supermercado: los trámites han de ir por su cauce ordinario, y si lo que se pretende es presionar a los estamentos, nada peor que desmarcarse como yonkis televisivos en busca de un hombro multitudinario donde derramar sus reivindicativas lágrimas.
Poniéndonos serios, lo que les diría a estos señores es que vayan por otras vías para conseguir sus objetivos, más serias y menos publicitarias; de paso, intentaría convencerles de que los que cometen delitos sexuales graves, ya sean violadores o pederastas, son enfermos, no criminales comunes, y por ello merecerían, quizá, pasar el resto de sus vidas encerrados, sí, pero no en un centro penitenciario normal donde el objetivo sea, paradójicamente, reinsertar en la sociedad a sus convictos, sino en hospitales psiquiátricos especializados donde puedan ser tratados por expertos (aunque ése sería otro tema). Eso, ya digo, poniéndonos circunspectos. Poniéndonos demagógicos y populistas, como les gusta a ellos, les diría que se preocuparan más de sus problemas internos, los mismos de los que adolecen desde que el mundo es mundo y la chatarra una simpática tapadera fiscal, es decir: cuidar de controlar los machismos milenarios que dentro de la comunidad gitana son tan felizmente justificados, y de modernizar una sociedad a día de hoy incapaz de adaptarse a los nuevos tiempos. Esto, también, me temo, es otra historia muy diferente, pero ya está escrito.
Adiós buenas noches.
Asín te duela tanto la barriga que tengas que correr, y cuanto más corras más te duela, y si paras, explotas.
Fascista.
Esto sí que parece una carta al director, más que un artículo.
Paga por lo que robas, robador. Ladrón.
BUUUH
Demagógico.
Vivan los jitanos.
Huye luna, luna, luna. Si vinieran los gitanos harían con tu corazón collares y anillos blancos.
A Mariluz, muerta.
EL NIÑO LA MIRAMIRAAAAAARELNIÑOALASTÁMIRANDOOORR
¿Podrás vivir lo que el mundo nos da cuando el sol ya se esconde?
Oh.
¿Qué pasará?
¿Qué misterio habrá?
Puede ser mi gran noche.
Y al despertad -oídme bien- ya mi vida sabrá algo que no conoce.
DESPERTARRRR
Bésame tonto.
Nunca.
Eres una perra despreciable.
Boh.
El pepé es una casa de putas.
Mira, mira qué vez: oooooouuhhhhhmmmhhh
Eso no es nada: uuuuhhhhmmmmmmmuuuuhhh
jjjjjjsssgggjjjsssjaaaaaaaAAAaaaHHHii
Moláis porque sois modernos. Me moláis.
A mí me dan ganas de ir a la Johannson y decirle:
Oye, Scarlett, ¿a qué esperas para echarte fotos en pelotas? Aprovecha ahora porque dentro de unos años esas tetas se caerán y ya no valdrás nada y nadie te dará dineros e irás al Interviu incluso pero allí te dirán "viejas no" y será todo muy triste.
Porque, seamos sinceros, Scarlett, ya no estás tan buena como en Lost in translation. Y vamos, es que yo... bueno, te diré la verdad: como vea tus tetas en alguna peli dentro de cinco años o una revista o lo que sea, y estén mínimamente caídas, es que me cago en tu puta madre, porque si lo hicieras ahora, o si lo hubieras hecho hace cuatro años, estaría todo en su sitio y uno pensaría "pe-a-zo-mu-jer" pero ya verás tú como por tonta del culo se te pasará el arroz y cuando te veamos en bolas pensaremos "vaya, hace unos años tenía que estar buenísima esta tía". Ya lo verás, ya.
Tiempo al tiempo.
Guarra.
Mmmmmmmmmsmmggsssssssmmmmmmhhhh...
Mi padre era falangista.
Muy simpático.
Le caía genial a todo el mundo.
Hacía hijos.
Soy profeta fuera de mi tierra.
La cuestión es: "Zapatero embustero" y "cualquier tiempo pasado fue mejor".
Aderezar con algunos palabros viejos como "botarate" o "falsario" o "filete de ternere" y ya se tieme un estilo maravilloso.
El requesón de la punta de mi navo es parejo al sentimiento de (profundo) desprecio que siento por el autor.
Mis pedos huelen a fresa. No soy anoréxica.
Asdesnourflaaaai... ounacouneugrei xicaaago nàpourninam beibi chail ouuu in de gue-e-tooou